Noor, más que un restaurante
Quique Rodríguez. Nunca pensé que un restaurante podría hacerme remover tantos sentimientos, pero tu Paco lo conseguiste. Los valores de nuestra profesión se palpan en cada movimiento de ésta, tu casa. El respeto, la dedicación, la perfección, la superación, la ilusión, el esfuerzo, todo está en sus paredes, en tus paredes.
Paco es Noor, y a su compás, su equipo. Es una constante provocación de emociones, felicidad, lágrimas, que genera bonitos recuerdos en la vida de las personas. Todo allí tiene sentido. Quizás sea algo difícil de comprender y solo una parte de las personas pueden llegar a entender. Ir predispuesto a vivir una experiencia es fundamental en los restaurantes gastronómicos, en los lugares donde día a día se busca la excelencia. Hay restaurantes y restaurantes por todo el mundo, y Noor es especial.
Cruzas su puerta, cruzas su segunda puerta… no voy a desvelar mucho más y comienzas a sumergirte en el mundo Al-Ándalus a través de su menú nuevo mundo andalusí que propone en este momento. Y a diferencia de otros muchos restaurantes, desde el minuto uno se crea un clima especial.
De una forma envolvente comienzan las primeras presentaciones, también los primeros vinos, todo tiene una explicación, todo tiene un trabajo previo y lo más importante, todo tiene un porqué. Nuestro menú el más extenso de los tres que propone al que nombran Wusul y que acompañamos con su maridaje. Y todo se sucede con una presentación, con una combinación de alimentos y una estética de los platos única y en ocasiones compleja. Y esa complejidad solo unos pocos la consiguen, Paco uno de ellos. Nadie se parece a Paco y nadie se le parecerá nunca, esa es la magia. No solo todo esta bueno, algo fundamental en una mesa, sino que la combinación de los platos es inexplicablemente creativa y la atmosfera realmente única.
Nunca fue fácil recordar platos pasado un tiempo de la visita a un restaurante. ¿Y yo me pregunto? por qué escribo en estas líneas moluscos macerados en aliño de pepino, hummus de garbanzo, nieve de kéfir y calamar, por que algo sucedió aquel día. Este plato tan personal y único puede ser el reflejo de la personalidad y complejidad de Morales que finaliza con platos como limón ceutí con bizcocho de hierbabuena, nieve de cilantro y pimienta negra o su otro plato de algarroba con su corteza. Estos dos últimos que llamaríamos postres pero que para mí no lo son, son platos que finalizan el menú y que marcan junto a todo el menú la excelencia de este lugar.
No puedo olvidarme de los vinos. Bebemos maravillas, pero saber contar y explicar esas maravillas es clave para llevarte a la emoción. No solo bebimos, sino que nos emocionamos.
A una cocina, le da vida sus cocineros, a la sala sus camareros, y en la sala de Noor se lleva todo a otro nivel, cuando os sentéis en sus mesas me entenderéis. Como dijo David, uno de mis mejores amigos, es momento de hacer cosas ilusionantes, y yo añado, es momento de expresar y de contar cosas ilusionantes. No dejéis de acompañarme en Tiempo de Gastronomía.
Noor Restaurant
C. Pablo Ruiz Picasso, 8, 14014 Córdoba